Por José Ignacio Bano, Gerente de Asesores Financieros en InvertirOnline
El martes 16 de enero fue la primera licitación de Lebacs del año y trajo novedades que además tendrán repercusión en varios otros aspectos de la economía y las finanzas. Vamos a contar primero estas novedades revisando algunos números importantes, y luego analizaremos sus implicancias.
El primer dato importante es que el Banco Central generó una baja general en las tasas de interés de las Lebacs de entre el 1,51% para el plazo de un mes y el 3,31% para el mayor plazo que es de nueve meses.
Además, hasta la licitación de Noviembre, el mayor plazo pagaba una tasa más alta que el menor plazo. Contrariamente, en esta última licitación, vimos una curva con pendiente negativa, o sea, menor tasa a mayor plazo. En concreto 27,24% es la tasa de Lebac imperante desde la última licitación para el período de un mes y 25,39% para nueve meses.
Tomando lo dicho en el párrafo anterior, ya podemos sacar una conclusión: el Banco Central está dando una señal al mercado de que la inflación tendrá un sendero bajista, baja las tasas para los mayores períodos porque la inflación acumulada será menor.
Es necesario además recordar un muy importante antecedente con impacto en la política monetaria. El 28 de diciembre pasado, autoridades del Banco Central, Ministerio de Hacienda y Jefatura de Gabinete anunciaron en conjunto una relajación de las pautas de inflación de 2018 con el objetivo de apostar a un mayor crecimiento de la economía. La meta pasó de ser 12% para todo el año a ser de 15%. La baja en las tasas de esta semana no fue más que una aplicación de lo anunciado el 28 del mes pasado.
Los que perdieron
Paralelamente (y consecuentemente) el dólar se despertó y tuvo una suba de 9% en un par de semanas. Venía de un muy calmo 2017 en el que había subido solamente 17%, bastante menos que la inflación de 24,8% y menos también que lo que rindieron las Lebacs que superó en rendimiento a ambos, dólar e inflación. O sea en 2017 el que apostó al dólar, perdió.
Esta escapada reciente del dólar de los $ 17,5 hasta los $ 19 puede interpretarse como una búsqueda de los inversores de anticiparse al mercado. Suponen que las tasas bajarán y los inversores buscarán otras alternativas mejores y el dólar es una de las primeras opciones. Lo interesante de esta súbita suba de 9% es que no se produjo porque haya habido una gran salida de dinero de las Lebacs a otras alternativas sino que se produjo porque se especula que va a pasar y todos quieren anticiparse para sacar mayores réditos.
Pero aún más que el dólar, el mercado de acciones fue el mayor beneficiado. Entre el 15 de diciembre y el 15 de enero el Índice Merval subió 24%. En un mes, más que lo que uno hubiese ganado en un año invirtiendo en Plazos Fijos.
Lo que vendrá
Hasta aquí un relato de lo que acaba de pasar. Vamos a ver ahora un análisis de qué estimamos que pasará.
Las Lebacs se espera que bajen paulatinamente durante el año y terminen en torno del 23%. La marcha de la inflación determinará en gran medida que esto efectivamente sea así. La inflación tiene una meta de 15% informada por el gobierno y el consenso del mercado (expresado en el REM) es que termine siendo de alrededor de 18%. El dólar terminaría el año en $21 según el presupuesto del gobierno y en $ 22 según lo que se ven en operaciones del mercado de Futuros. Estos números finales resultarían en subas del dólar de entre 10% y 15% desde el valor actual.
Si nos basamos solamente en estos números las Lebacs seguirán siendo excelentes alternativas, ganándoles a la inflación y al dólar por otro año más. Además de ser un activo muy conservador que ofrece gran seguridad al inversor y muy baja volatilidad.
Por supuesto, cada uno tendrá su propia opinión y puede proyectar resultados diferentes. Si su visión es distinta los siguientes párrafos podrían serle de utilidad.
En primer lugar, si usted piensa que el dólar va a subir más de lo previsto, mejor que comprar directamente el billete (que no genera renta) sería invertir en instrumentos en dólares. El Plazo Fijo en dólares es una alternativa pero la tasa es muy baja, suele ser de solamente 1% anual. En el mercado bursátil existen mejores opciones. La más conservadora es la LETE, que es una Letra que emite el Tesoro Nacional a un plazo cercano a un año (en cada licitación se establece el plazo exacto) y que tiene una tasa cercana al 3%. Aumentando paulatinamente el riesgo existen bonos nacionales y provinciales en dólares con rendimientos que a medida que sube el plazo, suben la tasa de rendimiento y alcanzan el 7% anual.
También, siempre siguiendo con el dólar, otra de las alternativas más recomendables es la de Fondos Comunes de Inversión en Dólares. Esos Fondos invierten en LETEs y bonos como los mencionados, son gestionados por un administrador del portafolio responsable del rendimiento del mismo y permiten que, a través del Fondo, invierta en bonos muy atractivos que tienen láminas mínimas altas, de U$D 150.000. Difícil de alcanzar para un individuo pero posible a través del Fondo.
Por otro lado, si usted cree que la inflación superará el 18%, el camino a tomar sería el de comprar bonos indexados por CER tales como el Boncer 2021 (TC21) o el bono Par en $ (PARP). Estos bonos rinden la tasa de inflación (cualquiera sea esa tasa) más 3% - 4%. Si usted espera 25% de inflación con estos bonos podría llegar a 29% de rendimiento.